Un arma bien poderosa . Por José Ignacio Berrocal Moreno, Padre de familia

Lo que hoy me motiva a escribir estas humildes letras, es el deseo de compartir una táctica, estrategia o arma de altísima efectividad, utilizada por grandes hombres, con la cual han doblegado a su enemigo y conseguido grandes victorias; esta arma tan poderosa se llama: El silencio; así como lo leen, quedarnos callados. Pongámosla en práctica (y me incluyo en el intento) cuando por cosas de la vida nos encontremos en medio de una discusión con cualquier persona, mucho más si es una persona muy querida por ti como tu esposa, padres, hermanos o hijos.; NO contestes las ofensas por más grandes que sean, no es fácil claro que no, pero ese es el costo de esta efectiva estrategia.

Una gran amiga a quien considero como mi segunda madre, me recordó con sus dulces palabras que brotan de su corazón;  “José yo aprendí un poco tarde, pero hoy en día la utilizo cada vez que recibo una ofensa , obteniendo por resultado  que cada vez menos peleo con mis seres queridos y mis semejantes; no devuelvo ofensas, me concentro en guardar silencio y no escuchar las palabras que alguien en un momento de ira pasajera dirige a mí con intensión de herirme   mejor dicho acomodando  aquel  conocido  refrán de sabiduría popular “ a palabras necias , oídos sordos”   por “ a palabras hirientes , un gran y poderoso  silencio”.

Insisto,  no es fácil ,  es verdad que somos altamente vulnerables porque muchas personas conocen nuestras fibras más sensibles , donde nos duele más, utilizan las efectivas e hirientes palabras que ingresan por nuestros oídos, buscando rápidamente  en nuestro cerebro el sitio sensible  en donde tenemos acumulado las emociones negativas; el odio, los deseos de venganza, nuestro centro de orgullo y, en milésimas de segundo construyen frases de mayor agresividad que las recibida, con el objetivo de afectar a nuestro interlocutor contundentemente  y  destruirlo ; “más leña para el fuego “, claro que es difícil contener esta cascada de estímulos negativos , pero no imposible, es una opción que debemos probar; como cuando no conocemos el  sabor de un manjar desconocido, del cual muchos nos han dicho que es delicioso; degustémoslo ! que podemos perder? La pelea ¿? Hombre yo no sé cuánto ganan ustedes cuando ganan una pelea ofendiendo con palabras hirientes, la verdad yo casi siempre me gano un gran trofeo de vergüenza y arrepentimiento.


La familia, primera escuela de valores

La familia es el espacio de vida donde se tejen las relaciones y se aprende de manera irremplazable los valores que serán la ruta que orientará la vida de los hijos. Este es un buen motivo para reflexionar en la relación que tenemos con nuestras familias y cómo éstas pueden ayudarnos a enfrentar el diario vivir y a actuar con determinados valores y costumbres.

En la familia se produce una gran parte de los “insumos” emocionales que necesitan las personas para el desarrollo pleno de sus capacidades, habilidades y potencialidades. El amor, la protección, la identidad, el sentido de pertenencia, entre otros. En su interior se construyen los más fuertes vínculos de afecto, que son la base del bienestar emocional de sus miembros.

Desde la familia es posible estimular la solidaridad, la tolerancia, la aceptación de la diferencia y el respeto mutuo. Es un amortiguador en los tiempos difíciles y una fuente de apoyo y acompañamiento en las transiciones de la vida.

La familia sigue cumpliendo, a pesar de las crisis y los cambios, una compleja y minuciosa labor de formar a sus miembros para vivir en sociedad, transformar su entorno y construir un mundo mejor, la familia es el ámbito más deseable para crecer.

Valoremos el regalo de nuestra familia.