Agradecer y celebrar

“La unión hace la fuerza, cuando hay trabajo en equipo y colaboración, pueden lograrse cosas maravillosas”  Mattie Stepanek

 Celebrar la consecución de logros nos lleva a registrar que el éxito no depende del esfuerzo individual, es el resultado del trabajo de equipo, de la entrega y compromiso de muchas personas a quienes se les nombra y por qué no decirlo, también de otras que parecen anónimas, que hacen parte de este tejido comprometidas en la apuesta por una sociedad mejor.

Agradecer por la entrega incondicional y por las semillas de vida sembradas en mentes y corazones que receptivos dejaron germinar y crecer.

Agradecer la historia del Colegio Nuestra Señora del Carmen, por quienes han liderado procesos y por todos los que de alguna manera han dejado el sello del bien impresos en corazones que se disponen a ser generadores de vida y de esperanza.

Celebrar que el entusiasmo está lozano y quiere siempre estrenar los corazones de los que se acercan para hacer parte de esta familia en un trabajo colaborativo que no da espacio a la resignación porque la excelencia es nuestra marca.

Celebrar con sencillez y sensatez como quien sabe que el camino es arduo y tiene altibajos en cuyos recónditos puede esconderse las sorpresas de lo imprevisto y desconocido.

Con alegría recogemos el fruto de la semilla esparcida con amor y abonada con esfuerzo y dedicación. Por todo decimos: Gracias familia Colcarmen.

 


Un arma bien poderosa . Por José Ignacio Berrocal Moreno, Padre de familia

Lo que hoy me motiva a escribir estas humildes letras, es el deseo de compartir una táctica, estrategia o arma de altísima efectividad, utilizada por grandes hombres, con la cual han doblegado a su enemigo y conseguido grandes victorias; esta arma tan poderosa se llama: El silencio; así como lo leen, quedarnos callados. Pongámosla en práctica (y me incluyo en el intento) cuando por cosas de la vida nos encontremos en medio de una discusión con cualquier persona, mucho más si es una persona muy querida por ti como tu esposa, padres, hermanos o hijos.; NO contestes las ofensas por más grandes que sean, no es fácil claro que no, pero ese es el costo de esta efectiva estrategia.

Una gran amiga a quien considero como mi segunda madre, me recordó con sus dulces palabras que brotan de su corazón;  “José yo aprendí un poco tarde, pero hoy en día la utilizo cada vez que recibo una ofensa , obteniendo por resultado  que cada vez menos peleo con mis seres queridos y mis semejantes; no devuelvo ofensas, me concentro en guardar silencio y no escuchar las palabras que alguien en un momento de ira pasajera dirige a mí con intensión de herirme   mejor dicho acomodando  aquel  conocido  refrán de sabiduría popular “ a palabras necias , oídos sordos”   por “ a palabras hirientes , un gran y poderoso  silencio”.

Insisto,  no es fácil ,  es verdad que somos altamente vulnerables porque muchas personas conocen nuestras fibras más sensibles , donde nos duele más, utilizan las efectivas e hirientes palabras que ingresan por nuestros oídos, buscando rápidamente  en nuestro cerebro el sitio sensible  en donde tenemos acumulado las emociones negativas; el odio, los deseos de venganza, nuestro centro de orgullo y, en milésimas de segundo construyen frases de mayor agresividad que las recibida, con el objetivo de afectar a nuestro interlocutor contundentemente  y  destruirlo ; “más leña para el fuego “, claro que es difícil contener esta cascada de estímulos negativos , pero no imposible, es una opción que debemos probar; como cuando no conocemos el  sabor de un manjar desconocido, del cual muchos nos han dicho que es delicioso; degustémoslo ! que podemos perder? La pelea ¿? Hombre yo no sé cuánto ganan ustedes cuando ganan una pelea ofendiendo con palabras hirientes, la verdad yo casi siempre me gano un gran trofeo de vergüenza y arrepentimiento.